Los macrólidos (ATC J01F), son antibióticos naturales, semisintéticos y sintéticos que ocupan un lugar destacado en el tratamiento de infecciones causadas por bacterias intracelulares. Integran este grupo: eritromicina, claritromicina, azitromicina, espiramicina y roxitromicina.
Actúan inhibiendo la síntesis proteica de los microorganismos sensibles, al unirse reversiblemente a la subunidad 50S del ribosoma bacteriano. Al igual que otros antibióticos que inhiben la síntesis proteica, son generalmente bacteriostáticos. Sin embargo pueden ser bactericidas dependiendo del microorganismo, de las concentraciones del antibiótico y del tiempo de exposición.
La gran mayoría de las enfermedades respiratorias comunes del invierno son producidas por virus. Sus formas de presentación más comunes son: resfrío común, rinofaringitis, gripe, bronquitis y bronquiolitis. No se tratan con antibióticos, los cuales sólo serán indicados por el médico cuando sospeche una infección producida por bacterias. Otras enfermedades frecuentes, como la angina pultácea, la otitis y la sinusitis, no son producidas por virus, por lo tanto, se prescriben antibióticos para su tratamiento.
Se analizan a continuación las dispensas de este grupo de antibióticos, los cuales son muy prescriptos. Podemos visualizar que en el mes de junio el aumento en las dispensas evidencia un alza de 59,09%, con respecto a mayo, alcanzando a 857.446 unidades. De enero a junio el aumento en las dispensas alcanza el 169,53%, poniendo de manifiesto la estacionalidad de las patologías para las cuales se utilizan.
Entre las drogas del grupo de los macrólidos, las más utilizadas son: Claritromicina y Azitromicina. Tomando en cuenta las dispensas de dos productos conteniendo Claritromicina de dos laboratorios (Casasco y Montpellier) y dos productos con el principio activo Azitromicina de dos laboratorios (Sidus y Bernabó) llegamos a aproximadamente 500.000 unidades, representando el 54,81% del total del mercado del mencionado grupo de antibióticos. Gráfico Nº2.
Estamos en presencia de un problema de salud pública global, que es la resistencia antimicrobiana. Es fundamental utilizar siempre los antibióticos por prescripción médica, cumpliendo dosis, intervalo entre las tomas y días de tratamiento.