En este informe se realiza un análisis de las dispensas en unidades, discriminadas por su condición de venta, (venta bajo receta o receta archivada y venta sin prescripción) realizadas a lo largo del año 2020, según puede verse en el Gráfico Nº1.
El comparativo se efectúa en forma mensual, y se consigna en la parte superior de las barras el porcentaje de variación con respecto al mes anterior. En 5 de los 12 meses hay variaciones negativas. La variación de enero se realiza contra las unidades dispensadas en diciembre de 2019, que alcanzaron a 52,5 millones.
El mercado ha movido un total de 689.838.495 unidades con un promedio mensual de ventas aproximado de 57.486.000 unidades.
En el gráfico Nº2 se realiza también un comparativo mensual de las dispensas, discriminadas por su condición de venta, pero en esta ocasión en moneda local, consignando el porcentaje de variación sobre el mes anterior en la parte superior de las barras. La variación de enero se realiza sobre la base del monto facturado en diciembre de 2019, que alcanzó a 26.228 millones de pesos.
El monto en pesos durante al año 2020 ascendió a 390.124 millones aproximadamente, con un promedio mensual cercano a los 32.510 millones de pesos.
Según puede verse comparando ambos gráficos, las variaciones negativas en unidades son acompañadas por variaciones negativas en moneda local en los meses de febrero, abril y mayo. En agosto y noviembre, caídas importantes en unidades no se reflejan en el monto en pesos. Esto se debe al aumento del precio de los medicamentos. La inflación acumulada en 2020 llega al 36,1%, según datos de INDEC.
Conclusiones
2019 fue un año recesivo, con merma importante en el número de unidades dispensadas. 2020 estuvo atravesado por la pandemia COVID-19, con el aislamiento social preventivo y obligatorio desde el 20 de marzo hasta noviembre y por el distanciamiento durante diciembre.
El mercado en unidades creció un 1,35% en 2020. La evolución en pesos superó ampliamente a la inflación, ya que la diferencia en moneda local alcanza a más del 48%.
Salarios y jubilaciones no acompañaron el aumento de precios y la accesibilidad al medicamento se vio disminuida por esa razón, sumada a las restricciones en salidas, si bien las farmacias prestaron su servicio en forma continua.
Si consideramos la presencia de patologías crónicas, el aumento de su prevalencia y un incremento en la esperanza de vida, se debería reflejar en una demanda creciente de servicios de salud y consecuentemente de medicamentos. Paradoja de la época.