Antimicrobianos en pandemia de COVID-19

La pandemia de COVID-19, es sin dudas, un reto sin precedentes en todos los aspectos de la atención sanitaria. También en el uso responsable  de los antibióticos y el manejo de infecciones bacterianas. La prescripción excesiva o inadecuada de tratamientos antibióticos en el contexto de la pandemia podría facilitar el desarrollo de bacterias resistentes y reducir la eficacia de futuros tratamientos, por lo que debe extremarse la prudencia en la utilización de este tipo de medicamentos.

Aunque el COVID-19 es una infección vírica y, por tanto, no se trata ni se previene con antibióticos, hay pacientes diagnosticados en los que existe confirmación o elevada sospecha de coinfección o sobreinfección bacteriana. En estos cuadros clínicos es inevitable considerar la prescripción de tratamiento antibiótico.

Las oficinas de farmacia son lugares idóneos donde transmitir mensajes educativos en salud. Para contribuir al uso responsable de antibióticos  el farmacéutico deberá:

  • Recordarle al paciente que los antibióticos NO pueden dispensarse sin receta
  • Informarle de los problemas que pueda acarrear su uso indiscriminado, y por qué es tan importante seguir las recomendaciones del médico/odontólogo.
  • Asegurarse que el paciente ha comprendido las indicaciones de los prescriptores acerca de la duración del tratamiento y de la pauta posológica, ya que esto asegurará mucho mejor su cumplimiento.
  • Fomentar la utilización del sistema de recolección de medicamentos vencidos y sobrantes de tratamientos.

¿Qué pasó en Argentina en los  primeros 10 meses de 2020?

Inolvidable la fecha de 20 de marzo, cuando por decreto presidencial se declaró el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), es decir que siete de estos 10 meses en estudio, se vivieron con restricciones, entre ellas también en la atención médica, en muchos casos realizada por consultas virtuales.

Se realiza la comparación de los primeros 10 meses de 2020 con igual período del año anterior, tomando las dispensas de antimicrobianos según su grupo terapéutico, siendo en orden los más utilizados las penicilinas de amplio espectro), los macrólidos, las cefalosporinas y las fluoroquinolonas. Le siguen a continuación los antimicóticos de uso sistémico y la asociación Trimetoprima/sulfametoxaxol (TMP/SMX)  (Gráfico y cuadro Nº1)

Cuadro Nº1

Durante el período mencionado se dispensaron 17.219.523 unidades de antimicrobianos.

El grupo terapéutico más dispensado es el de las Penicilinas de amplio espectro; casi triplican en unidades a los macrólidos y casi cuadruplican a las dispensas de las cefalosporinas. Su prescripción descendió un  (-29,85%), representado por 3.336.842 unidades menos.

Todos los grupos terapéuticos evidencian bajas en el número de unidades dispensadas, siendo los macrólidos  los que presentan el mayor porcentaje de baja, alcanzando un (-31,59 %), que representan 1.252.543 unidades menos.

Gráfico Nº1. Datos IQVIA. Producción propia.

Los primeros 10 meses de 2020, muestran  un marcado descenso  en la demanda de unidades de antimicrobianos; la merma comparada con igual período del año anterior ha llegado a -5.862.784 unidades, y en porcentaje representa el -25,40%.(Gráfico Nº2)

Gráfico Nº2. Datos IQVIA. Producción propia.

En el siguiente gráfico (Nº3), se realiza un comparativo mensual  desde marzo a octubre de 2020 inclusive.

Gráfico Nº3. Datos IQVIA. Producción propia.

Si tomamos como referencia marzo, cuyos últimos 10 días fueron atravesados por la cuarentena podemos observar que todos los subgrupos farmacológicos han disminuido sus dispensas.

Conclusiones

Todos los grupos terapéuticos de antimicrobianos han sufrido bajas en las dispensas en los primeros 10 meses de 2020 contra igual período del año anterior. Se dispensaron -5.862.784 unidades menos, es decir que el porcentaje de merma llega al 25,40%.

Los antibióticos de amplio espectro siguen siendo los más prescriptos, pero han disminuido la dispensa en unidades en un -29,85% en el período de estudio.

En el grupo de los macrólidos y similares, la baja es del -31,59%, y las cefalosporinas disminuyeron un 10,60%.

La asociación Trimetoprima/sulfametoxazol evidenció una disminución del -12,95%, que equivale a -164.929 unidades de producto.

Las fluoroquinolonas  y los antimicóticos sistémicos han disminuido sus unidades en un -19,74% y -8,63% respectivamente.