Antimicrobianos 2019

En la Asamblea General de las Naciones Unidas que se realizó en septiembre de 2016, se advirtió que la resistencia a los antibióticos es el riesgo mundial más grave y urgente para la salud que  tenemos  en  la  actualidad.

Múltiples factores influyen en el incremento de las resistencias bacterianas a  los antimicrobianos. Entre los que contribuyen de forma más destacada están la utilización excesiva  e  inadecuada de  antibióticos, la falta de concientización de los profesionales, tanto en el correcto uso de los antibióticos como en la importancia de la prevención de la infección y la escasa implicación de los pacientes.

Ante este desafío, una de las medidas prioritarias es la puesta en marcha de Programas de  Optimización de Uso de Antibióticos (PROA), tanto en el ámbito comunitario como en el hospitalario.

El objetivo general de la implementación de los PROA es mejorar la utilización de los  antimicrobianos y de esta forma optimizar los resultados clínicos de los pacientes con infecciones.

Desde su lugar, el farmacéutico comunitario deberá impulsar y participar en estos programas brindando información a la población sobre medicamentos en general, y los antimicrobianos en especial, insistiendo en su empleo apropiado y la prevención de su abuso.

En la farmacia se deben aprovechar las muchas oportunidades que surgen en las conversaciones con los pacientes para insistir en los principales conceptos sobre este asunto:

  • Que los antibióticos son solo útiles para tratar bacterias y no otros microorganismos, como los virus que provocan la gripe y la mayoría de las infecciones de la vía aérea superior.
  • Que no deben tomarlos por su cuenta, ni conservar en el botiquín los restos de tratamientos anteriores para consumirlos en otra ocasión.
  • Que nunca se debe aconsejar su consumo a otras personas, y mucho menos administrárselos a los niños o ancianos.
  • Que es especialmente importante respetar las dosis y pautas, porque si se toma mal no solo corre el riesgo de no curarse ahora sino de hacer que esa bacteria no responda luego a otros tratamientos posteriores.

¿Qué pasó en Argentina en el año 2019?

Se realiza la comparación del año 2019 con el año anterior, tomando las dispensas de antimicrobianos según su grupo terapéutico, siendo en orden los más utilizados las penicilinas de amplio espectro (J01C), los macrólidos (J01F), las cefalosporinas (J01D) y las fluoroquinolonas (J01M). Le siguen a continuación la asociación Trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX) (J01E), los antimicóticos de uso sistémico (J02A) y las penicilinas de medio y reducido espectro  (J01H),  según el gráfico siguiente: (Gráfico y cuadro Nº1)

Gráfico Nº1. Datos IQVIA. Producción propia.

Cuadro Nº1

El grupo terapéutico más dispensado es el de las penicilinas de amplio espectro, pero su prescripción descendió un  6,05%, lo cual representa 827.434 unidades menos.

El resto de los grupos terapéuticos evidencian también bajas en el número de unidades dispensadas, siendo las penicilinas de medio y reducido espectro las que presentan el mayor porcentaje de baja alcanzando un -19,10%, que traducido a unidades representan 226.458 unidades menos.

En el año 2019 se produjo una retracción del -6,77% en el consumo total de antibióticos, lo que representó 2.004.634 unidades menos, considerando todos los grupos farmacológicos. (Gráfico Nº2)

Gráfico Nº2. Datos IQVIA. Producción propia.

La pregunta es si esta merma se debe al uso responsable de antibióticos, o solo acompaña a la baja evidenciada en el mercado de los medicamentos debido a la crisis económica del país, con alta inflación con pérdida de poder adquisitivo de salarios y jubilaciones.

2019 ha sido un año recesivo para el mercado total de los medicamentos, con una merma muy importante en las unidades dispensadas, que llegó al  -5,59%, que representa 39,7 millones  de unidades menos.

A continuación se grafican los antimicrobianos presentes entre los 100 medicamentos más dispensados. (Gráfico Nº3)

Se comparan las unidades dispensadas  durante  todo el año 2018 y 2019.

Gráfico Nº3. Datos IQVIA. Producción propia.

Amoxicilina sola y su combinación con ácido clavulánico encabezan la  lista. Pertenecen al mismo laboratorio. Sus dispensas, aún con la retracción manifestada, están al mismo nivel de unidades que los medicamentos destinados a patologías crónicas, como antihipertensivos, β-bloqueantes, antidiabéticos orales y hormona tiroidea.

En tercer lugar –lejos de los dos primeros- aparece la cefalexina, y luego la ciprofloxacina. La asociación de trimetoprima + sulfametoxazol vuelve a ser utilizada, aunque también presenta baja de unidades comparando 2019 con 2018.

Conclusiones

Todos los grupos terapéuticos de antimicrobianos han sufrido una baja en las dispensas en 2019 como ya lo habían tenido en 2018, momento en el cual la baja fue del 8,76%.

Los antibióticos de amplio espectro siguen siendo los más prescriptos, pero han disminuido la dispensa en unidades en  un -6,05% en el período de estudio. Las penicilinas de medio y reducido espectro son las menos prescriptas y las que más retracción sufrieron, con aproximadamente  el 20% de unidades menos.

Si reflexionamos sobre esto, podemos pensar: ¿hay abuso en el uso de los antibióticos de amplio espectro? ¿Hay uso incorrecto de los de medio y bajo espectro?

Los macrólidos y los antimicóticos sistémicos son los que menos porcentaje de baja tuvieron, con un -4.84%  Y -3,68% respectivamente.